Ir a Libros, Libros, Libros es como una peregrinación a La Meca. Llegar es la mitad de la aventura. Caminar de la casa al metro. Transbordar en Tacubaya. Bajarse en la estación Auditorio y tomar un camión que suba por Palmas. Bajar en Monte Líbano y caminar cinco calles hasta el Superama. Luego: dos horas revisando libro por libro todos los estantes, de rodillas a veces, de pie a veces: leer en susurros las contraportadas de los libros que parecen buenos pero que no tienes ni la menor idea de quién es el autor. Mirar con dolor el precio de los libros. Devolverlos con tristeza y prometer que se volverá por ellos en otra ocasión, pero también: tomar ese libro y llevarlo a la caja y pagar y salir a la calle con el libro en las manos y caminar las cinco calles cuesta arriba hasta Palmas y tomar un camión a la estación Auditorio del metro y transbordar en Tacubaya y caminar a la casa y echarse en la cama y ponerse a leer. Y leer. Y leer.
En el blog de Federico Escobar se ha abierto una pequeña polémica en torno al premio Juan Rulfo 2009 , otorgado por Radio Francia International. El premio lo obtuvo el argentino Mariano Pereyra Esteban por «El metro llano» , con la novedad de que la organización ha puesto disponible el cuento ganador para su descarga. (Huelga decir que sería un buen momento para leerlo antes de seguir leyendo.) La nota expresa su extrañeza a que dicho texto haya ganado el premio. En los comentarios del blog el autor del cuento responde a los cuestionamientos de manera bastante mesurada y acertada, a mi parecer. Gracias a esta actitud es posible entender que por sobre las reticencias de Escobar se encuentran visiones opuestas de lo que debería ser un cuento. Dice Escobar: Ahora, sí creo que el cuento pretendía ser humorístico, tanto como pretendía ser artificioso en el lenguaje. Creo que cualquiera que lea el cuento estaría de acuerdo con que está escrito en un registro humorístico; cuando dije que el t
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