Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2010

The Nonfiction Curse

No short stories or poems No fiction, no novels I've got the nonfiction curse. No Stevens or Borges, No Shakespeare or Tolkien, I've got the nonfiction curse. Continua mi incapacidad para leer ficción. Salvo por unos cuantos cuentos (y en particular un delicioso libro de cuentos del cual tengo, digamos, algo parecido a un ARC) no puedo leer ficción. Tengo C de Tom McCarthy y Super Sad True Love Story de Gary Shteyngart, que muero por leer, en el Reader, y no logro pasar de la segunda página. En vez de eso, estoy leyendo Extra Lives: Why Video Games Matter de Tom Bissell (gracias, Mauricio) y lo estoy disfrutando como enano en dulcería. Es extraño, porque en realidad nunca he sido un gran videojugador. Sólo hay dos juegos a los que vuelvo una y otra vez: Final Fantasy III y Earthbound . Puedo jugar Rock Band por horas, aunque ya casi no lo hago, pero es un asunto aparte. La mayoría de los juegos de los que habla Bissell no los he jugado, sino que me he sentado a ver a m

Momentos antes del viento

El arte de perdurar Hugo Hiriart Oaxaca: Almadía, 2010 El último grito de la moda en la crítica literaria lumpen —aquella que se ejerce sobretodo en los comentarios de los blogs y de los periódicos en línea, y que sobrepasa ya en número a su habitat natural de la charla de café entre letraheridos— consiste en sacar una bola de cristal y decretar que "nadie hablará de este libro dentro de un año". En esto la crítica lumpen se puede comparar con ese otro género profético popular, la llegada del fin del mundo. Si al año siguiente resulta que el maldito libro todavía recibe reseñas y comentarios críticos, siempre le queda al augur la posibilidad de aducir que su profecía erró por margen de un año, pero que el próximo seguro se cumplirá. Mientras la vida y el mundo nos alcancen, siempre existirá la posibilidad de vaticinar el olvido.

Ítaca, de C.P. Cavafis

Cuando salgas en el viaje, hacia Ítaca desea que el camino sea largo, pleno de aventuras, pleno de conocimientos. A los Lestrigones y a los Cíclopes, al irritado Poseidón no temas, tales cosas en tu ruta nunca hallarás, si elevado se mantiene tu pensamiento, si una selecta emoción tu espíritu y tu cuerpo embarga. A los Lestrigones y a los Cíclopes, y al feroz Poseidón no encontrarás, si dentro de tu alma no los llevas, si tu alma no los yergue delante de ti. Desea que el camino sea largo. Que sean muchas las mañanas estivales en que con cuánta dicha, con cuánta alegría entres a puertos nunca vistos: detente en mercados fenicios, y adquiere las bellas mercancías, ámbares y ébanos, marfiles y corales, y perfumes voluptuosos de toda clase, cuanto más abundantes puedas perf

La Tempestad 74

Ya puede leerse en línea La Tempestad 74 , que con este número estrena diseño. El nuevo diseño es más serio y sobrio, más cuadrado, digamos. Es algo curioso, porque con el rediseño de la revista Tierra Adentro , ahora las dos se parecen bastante en lo gráfico. Como ya se va haciendo costumbre, traduzco el resumen del Festival de Aviñon 2010 de Jean-Louis Fabiani. Hay una muy buena reseña de Inception escrita por Nicolas Cabral, Guillermo Nuñez reseña Los demonios de Heimito Von Doderer —y los que seguimos su blog sabemos que le ha tomado un buen rato leer tremendo ladrillo—. El Dossier central, "Artistas del disenso" se ve interesante pero le dan ganas a uno de disentir —la entrevista con Eduardo Milan me queda corta para el disenso poético, por ejemplo—. Habrá que leerlo con calma en papel. Quizá el cambio mas notorio del rediseño es que la sección "Cuaderno para invenciones" ya no es azul blueprint , sino color crema, y se ve amplio que en números anteriores.

Leer en el metro

Hace algunos años, alguien tuvo la excelente idea de empezar a vender libros en el metro de la Ciudad de México. Alguien tuvo la espantosa idea, también, de regalar libritos con lo peor de la literatura escrita por mexicanos en el metro, pero esta nota no es sobre esta pésima idea, sino de lo excelente que resultó vender libros en el metro, porque los libros que se venden en el metro (a) no son novedades, sino clásicos y saldos y por lo mismo (b) son muy baratos. Por veinte pesos, algo menos de dos dólares, puedes leer una novela de misterio o un romance, mientras viajas en el metro. Ahora bien, la gente que viaja en el metro se divide en tres: la que lleva un libro para leer durante el viaje, la que lleva un reproductor de música —estos se subdividen entre los que escuchan música desde su teléfono y los que llevan un iPod— y la gente que se arrepiente de no llevar nada que hacer. Hay otro grupo en el metro, que no viaja sino que trabaja ahí: los vendedores ambulantes. De entre los ven

El día en que fuimos nación

¿(En) qué estás leyendo?

En Cetrería, Guillermo Nuñez reproduce el artículo ¿(En) qué estás leyendo? con el cual colaboró en el número más reciente de la revista Tierra Adentro, como parte de un dossier llamado "El futuro de la lectura. Reflexiones en torno al libro electrónico". Ironía de ironías, el dossier sobre el libro electrónico solo puede consultarse en papel. La semana pasada leí el dossier mientras esperaba mesa para pasar al bufet de Liverpool. Aprovecho que Guillermo comparte su artículo en línea (lo que implica que las cosas no salieron como estaban planeadas) para comentar un par de cosas. Así que vayan, lean el artículo de Guillermo , y luego vuelvan. O quédense leyendo Cetrería, que siempre es más interesante que esta memoria. O vayan a leer el blog de Ivan Thays, que para gustos los colores. *** ¿De vuelta? Bien. Estoy completamente en contra de la idea que plantea Guillermo: ¿Por qué estamos tan apurados por la plataforma en la que se presentan? ¿Realmente altera la tinta electrón

Leyendo

He tenido unos meses duros con la ficción. Mi dieta de novelas se ha reducido visiblemente desde la lectura de Reality Hunger de David Shields. No porque me haya creído la extraña premisa del libro, pero así ha pasado. Leo algunos cuentos no sin gran esfuerzo, cuentos que se sienten más largos que novelas. Trato de comenzar Freedom pero me quedo dormido. Trato de leer a Levrero y diez páginas después me doy cuenta de que no me enterado de nada de lo que dice. (Pasa lo mismo con la televisión, parece, me toma 2 horas ver un capítulo de 40 minutos porque me distraen otras cosas.) En cambio, ayer abrí Eating the Dinosaur the Chuck Closterman y disfruté como enano los dos primeros ensayos. A saber: una larga disquisición sobre por qué contestamos a las entrevistas, entrevistas a entrevistadores incluidas, y otro llamado "Oh, the Guilt" que relaciona In Utero de Nirvana con David Koresh y el último capítulo de la tercera temporada de Lost . Todavía me quedan muchos ensayos, as

Nuevo Danielewski

Todos pensábamos que algo importante iba a pasar cuando Danielewski se quitó la barba . Como es posible confirmar en esta nueva entrevista con MZD en el sitio de Chuck Palahniuk , la perdida de la barba confirma el críptico y misterioso anuncio de la nueva novela: Later this month publishers will receive the first 5 volumes of Mark Z. Danielewski's 27 volume project entitled THE FAMILIAR. The story concerns a 12 year old girl who finds a kitten . . . ¿Qué va a pasar? ¿En qué está pensando MZD esta vez?

Leyendo

Acabo de leer Enigma de Antoni Casas Ros. De Li Cio Sa. Me hacía falta leer una novela así, aunque se haya perdido un poco el final (los que la hayan leído entenderán de que hablo). Me llama la atención, que aunque me ha gustado mucho y la he leído casi de un tirón, no me apetece escribir sobre ella. ¿Qué es lo que me mueve a escribir sobre un libro?

Literatura mexicana circa 2010

Se ha vuelto frecuente, cuando asisto a la presentación de un libro, leo la cuarta o la reseña de una nueva obra, escuchar o leer que es “un acontecimiento literario”, “una renovación del género” o “un hito en la literatura mexicana”. Si el que lanza el elogio está un poco emocionado o es amigo del autor, no dudará de calificar el libro de “obra maestra”. Cabe suponer que estas expresiones provienen de dos razones distintas: o bien no son más que un malhadado esfuerzo de mercadotecnia por vender más libros o bien quienes escriben esas frases en verdad creen que cada nuevo libro es “único en su tipo”, “poseedor una fuerza inusitada” o “una bocanada de aire fresco”. Como lector, no obstante, me encuentro con una realidad muy diferente a lo que prometen las contratapas, las reseñas, las presentaciones editoriales. Lo habitual de este tipo de expresiones me ha vuelto un poco insensible a las mismas, cuando no me parecen abiertamente sospechosas. Ante está observación empír

Mainstream & Slipstream (EFP, 2)

Por lo general, cuando un reseñista dice «descubrir a un nuevo autor» lo que verdaderamente hace no es otra cosa que cumplir con el ritual de dar prioridad a un libro publicado por una editorial de gran alcance —con la única particularidad de que el autor es joven—. Esta realidad determina la concepción como escena unitaria en la que todo está a la vista y las únicas expresiones de la diferencia son excentricidades sin relevancia. [...] En un país [España] en que se habla con naturalidad de escena independiente a propósito de la música, el cine o las artes plásticas, se hace cada vez más preciso hablar con especificidad de una literatura independiente de autores, temáticas y públicos propios. Las frecuentes quejas indirgidas acerca de los demasiados libros y la ausencia de líneas mayores identificables no son sino la muestra de cierta indecisión, por parte de quienes tratamos con y de la actualidad literaria, a la hora de dividir la escena, identificar dinámicas y gustos distintos

La otra novela

Hace seis meses terminé de escribir una novela y la guardé en un cajón. Hoy la saqué del cajón y la volví a leer. Está pésimamente escrita. ¿Qué hago? ¿Reescribo o la devuelvo al cajón? Hay algunos párrafos rescatables, no muchos. Hay unas cuantas ideas interesantes. Hay quizá un par de momentos honestos. Pensé que lo mejor sería consultarlo con alguien, pero a penas formulé la pregunta, me di cuenta de que ya tenía respuesta. Aprendí mucho escribiendo esa novela: para empezar, que puedo escribir una novela. También aprendí a cuidar la continuidad de los detalles, a hacer que los personajes piensen, se contradigan y se traicionen. Aprendí unos cuantos trucos sobre cómo hacer que un diálogo no suene acartonado. Aprendí que por más que admire a los realistas escribir como ellos no me interesa en lo más mínimo y que es mejor fallar a lo grande que ir por un éxito mínimo. No dudo que podría aprender aún más de reescribir, pero lo más importante que aprendí es esto: cuando una historia ya

Oda

Ode Arthur William Edgar O'Shaughnessy We are the music makers, And we are the dreamer of dreams, Wandering by lone sea-breakers, And sitting by desolate streams; World-losers and world-forsakers, On whom the pale moon gleams: Yet we are the movers and shakers Of the world for ever, it seems. With wonderful deathless ditties, We build up the world's great cities, And out of a fabulous story We fashion an empire's glory: One man with a dream, at pleasure, Shall go forth and conquer a crown; And three with a new song's measure Can trample an empire down. We, in the ages lying In the buried past of earth, Built Nineveh with our sighing, And Babel itself with our mirth; And o'erthrew them with prophesying To the old of the new world's worth; For each age is a dream that is dying, Or one that is coming to birth. A breath of our inspiration, Is the life of each generation. A wondrous thing of our dreaming, Unearthly, impossible seeming- The soldier, the king, and the