1. Algo debe tener el voto en blanco, pues ha causado todo tipo de reacciones sin tener bien clara su causa. Jacobo Zabludovsky se ha pronunciado a favor del voto en blanco y eso ya de por sí llama la atención. En El salto del salmón, David Miklos se pregunta que poderoso se sirve o sirve a Zabludosky para que el periodista —emblema del viejo régimen priísta— se sume a esta campaña. Lo que es lo mismo, podríamos soltarnos todos a la paranoia conspiratoria y preguntarnos a que poder se sirve o sirve a David Miklos para que esgrima en contra de la idea del voto blanco.
2. En la redacción de Letras Libres, Leon Krauze opina que decir que todos los partidos son iguales es una holgazanería. Le faltó también decir que es la verdad. No, las pataformas no son iguales, ni se favorecerán a las mismas personas según quién gane. No, sin importar quién gane, uno de los favorecidos no voy a ser yo, ni mi familia, ni mi colonia, delegación o ciudad. No, sin importar su plataforma, nadie la va a cumplir. Ergo, voto en blanco.
3. Hagamos un ejercicio mental: Supongamos que las pasadas elecciones presidenciales de 2006 fueron limpias (que no lo fueron; esa es una de las principales razones del voto en blanco) y miremos las cifras oficiales. La diferencia entre el ganador y el segundo lugar de la elección resulto ser mínima, lo suficiente para llenar dos veces el Estadio Azteca. Los votos nulos fueron cuatro veces más grandes. Si los votos nulos fuesen un partido, habrían obtenido su registro. Si esos votos nulos hubiesen sido para uno u otro de los punteros, habrían sido definitivos. (Claro, si las elecciones hubiesen sido limpias, que no lo fueron.)
4. ¿Favorecerá a algún partido en particular el voto en blanco? El punto anterior muestra que sí. No sólo se vota por alguien o por nadie, sino que se deja de votar por todos los demás. Y al final gana el que tiene más votos, sin importar que sean tres o tres millones. Obviamente, ese no es el punto. El voto en blanco no es un voto útil. Nada más lejos de eso.
5. Leon Krauze también escribe que "en un país sano tendría la posibilidad de darle una patada en el trasero al legislador inútil habiendo reelección, pero esa es otra historia". No, no es otra historia. Hay que enterarse de qué va el voto en blanco. Si los legisladores legislan (ja) que podré patearles el trasero por inútiles, voy y voto por ellos (por todos).
2. En la redacción de Letras Libres, Leon Krauze opina que decir que todos los partidos son iguales es una holgazanería. Le faltó también decir que es la verdad. No, las pataformas no son iguales, ni se favorecerán a las mismas personas según quién gane. No, sin importar quién gane, uno de los favorecidos no voy a ser yo, ni mi familia, ni mi colonia, delegación o ciudad. No, sin importar su plataforma, nadie la va a cumplir. Ergo, voto en blanco.
3. Hagamos un ejercicio mental: Supongamos que las pasadas elecciones presidenciales de 2006 fueron limpias (que no lo fueron; esa es una de las principales razones del voto en blanco) y miremos las cifras oficiales. La diferencia entre el ganador y el segundo lugar de la elección resulto ser mínima, lo suficiente para llenar dos veces el Estadio Azteca. Los votos nulos fueron cuatro veces más grandes. Si los votos nulos fuesen un partido, habrían obtenido su registro. Si esos votos nulos hubiesen sido para uno u otro de los punteros, habrían sido definitivos. (Claro, si las elecciones hubiesen sido limpias, que no lo fueron.)
4. ¿Favorecerá a algún partido en particular el voto en blanco? El punto anterior muestra que sí. No sólo se vota por alguien o por nadie, sino que se deja de votar por todos los demás. Y al final gana el que tiene más votos, sin importar que sean tres o tres millones. Obviamente, ese no es el punto. El voto en blanco no es un voto útil. Nada más lejos de eso.
5. Leon Krauze también escribe que "en un país sano tendría la posibilidad de darle una patada en el trasero al legislador inútil habiendo reelección, pero esa es otra historia". No, no es otra historia. Hay que enterarse de qué va el voto en blanco. Si los legisladores legislan (ja) que podré patearles el trasero por inútiles, voy y voto por ellos (por todos).
Comentarios
De ser así, no deberíamos omitirlo o poner un simple "anulo mi voto", deberíamos llevarnoslo a nuestra casa (que sería una falta al código electoral), para tener tiempo de pintar con lo mejor de nuestro arte una expresión de nuestra inconformidad y luego publicar nuestra obra en nuestra página, blog, celular, calle, andador y edificio.
¿Saben que?, me parecería una mejor idea.
Eso que propones suena divertido, y el voto grafitti podría ser una buena idea.
Sin embargo, me estás leyendo mal a propósito. Nunca dije que el voto en blanco fuera inútil.
Gabirel:
Es bueno leerte de nuevo.
Como lectura me resultó curioso e interesante, aunque el estilo me pareció muy plúmbeo en general.