Hice hasta lo imposible por terminar de leer El laberinto de la rosa , de Titania Hardie. Me llamó la atención sobretodo por su presentación, dentro de una suerte de fólder acompañado con una curiosa libreta, pero después de 150 páginas en las que no pasa absolutamente nada, me di por vencido. En cambio, Bufo & Spallanzani , de Rubem Fonseca, resultó un enorme delirio, muy disfrutable, en el que la trama discurre siempre por caminos insospechados. No sólo pasan cosas todo el tiempo, sino que son cosas descabelladas y entretenidas, pero con un manejo de la forma y la estructura delicioso, que sólo aumentan el goce del libro. En fin, estos dos libros sólo tienen en común que los leí (o traté de leer) en esta semana. Se supone que la literatura ágil, veloz y entretenida es una característica de los bestsellers , ¿no? ¿Qué pasó con éste? Quizá un lector de bestsellers se hubiera desconcertado por los tumbos de la trama de Fonseca, que no resulta predecible ni tranquila, pero al menos e...