Teoría del Caos: Cine. Libros. Literatura.

En la vida sólo existen dos caminos. Vida o muerte. Luz o penumbra. Salto o caída. Noche o alba. Frío o calor. Amor o adulterio. Negro o blanco. Humo o bebida. Dinero o nada. Frío o templado. Playa o nieve. Poder o esclavitud. Dosis o angustia. Día o semana. Bala o caricia. Árbol o desierto. Fiesta o funeral. Mar o río. Cautela o traición. Goce o tortura. Agua o fuego. Paz o agonía. Mujer o mujer. Subida o la tuya. —Paul Medrano, Dos Caminos

Hace poco terminé la lectura de El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas de Haruki Murakami, una novela que mezcla sin esfuerzo realidad y fantasía. Justo ahora acabo de ver Franklyn (Gerald McMorrow, 2008) —que pasará a la historia por inventar la Iglesia de las Manicuristas del Séptimo día— y resulta un complemento perfecto a la novela de Murakami. Me parece curioso, también, que las dos obras dependan tanto de la atención a los detalles: un lector distraído encontraría ambos trabajos superfluos y quedaría decepcionado o confundido por el final.

Somos la primera generación de escritores españoles que no estamos locos. Manuel Vilas y Agustín Fernández Mallo, " El Manifiesto de Götenborg ".

Estoy organizando el Rolero de Hierro 2010 , que se enorgullece de ser el concurso de diseño de juegos de rol más letal del planeta. Teoría del Caos continuará su programación habitual dentro de poco.

Recién llegada de Chicago, hojeo mi copia de Inherent Vice . Ahora no sé si ponerme a leer a Pynchon o a Bolaño (ojalá todos mis problemas fueran como éste.) Mientras me decido, continúo la lectura de El insomnio de Bolivar de Jorge Volpi, que me ha sorprendido con agrado.