Leer en el camión

El ritmo de mi vida ha cambiado en los últimos meses y eso me permite retomar una vieja costumbre: leer en el camión. En vez de estar encerrado dos horas detrás del volante, mientras viajo a la universidad y vuelvo a casa, me subo al camión, saco un libro y me pongo a leer. En otras palabras, sin importar que tan pesado sea mi día, puedo dedicar dos horas a la lectura.

En un mundo perfecto (para mí, por supuesto), los camiones tendrían atriles de lectura y habría una sección especial para los que viajan con libros.

Comentarios

Édgar Adrián Mora dijo…

"los camiones tendrían atriles de lectura y habría una sección especial para los que viajan con libros."; y ya que andamos idealistas, podríamos añadir: "conducidos por auténticos seres humanos, no por neandhertales fugados de algún museo de historia natural".

Tu sueño, es mi sueño (y el de muchos, cabría añadir).

10/09/2007 1:43 p.m.

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