Mis padres me han traído Nocilla Experience de Barcelona. Venía envuelto en papel de cera rojo. Aquí nadie envuelve los libros en papel, aunque no suena a una mala idea. Me resisto a inciar la lectura, que guardaré para un día lluvioso. Mientras tanto, continuo leyendo El mago de Viena de Sergio Pitol y preguntándome cómo me las arreglé para no haberlo leído antes. El libro resulta una excelente lectura para seguir a Oficio: Leer de Rogelio Guedea, un librito delicioso al que dan ganas de regresar de vez en cuando. Por si esto fuera poco, parece que se confirman los rumores de una nueva novela de Thomas Pynchon. Los astros se están ordenando de manera correcta, así que en unos minutos me voy a inscribir en el Nanowrimo de este año. Creo que mi cabeza está en el lugar correcto para ponerse a escribir una novela. Trabajo, además, en siete cuentos de los cuales algunos me gustan más que otros pero que tienen cara de ser un libro, de leerse mejor en conjunto que por separado. ¿Cuál es e...
"La realidad es sólo una fantasía exageradamente bien peinada"