El punto de arranque
a) En La senda de los libros se abrió una pequeña discusión sobre la poesía postpoética, que es en realidad una discusión sobre el valor sobre la poesía de vanguardia o postmoderna. En uno de los comentarios, JacoboDeza anota:
En resumen, ¿tiene o no ropa el emperador?
b) Justo en el camión de camino a la Facultad discutía sobre el rollo que se trae la banda de poetas jóvenes mexicanos, lo que yo alegremente calificaba de poesía postpunk: una poesía que busca no decir nada de la peor forma posible, que rehuye de manera intencionada o no intencionada de una forma coherente a la vez que trata de ofuscar el contenido hasta anularlo; una poesía emo en la que se confunde la depresión con la lucha social y la desidía con el tener algo que decir. ¿Hay diferencia entre esta propuesta (o falta de ella) y lo que propone Fernández Mallo? ¿Es una diferencia escencial o sólo de grado?
c) Cómo no tengo nada mejor que hacer con esta memoria, trataré de pelotear el asunto en los próximos días. Estimados cinco lectores, si tienen algo interesante que decir, sus comentarios serán más que bienvenidos.
a) En La senda de los libros se abrió una pequeña discusión sobre la poesía postpoética, que es en realidad una discusión sobre el valor sobre la poesía de vanguardia o postmoderna. En uno de los comentarios, JacoboDeza anota:
La emoción de la que yo hablo es el "poder de consolación" del que habla Margarit, y en líneas generales, eso se consigue menos con poesía de vanguardia o postpoética (o visual, o experimental...). La intelectualización del contenido, apegado a un mayor interés por la forma, repercute en las sensaciones que el poeta quiera transmitir. Les pasaba también, en otro nivel, a los conceptistas: extasiados por la forma se olvidaban de que el poema tiene que decir algo profundo y, sobre todo, debe entenderse.Habría que partir la discusión en tres partes. Creo que nadie discutirá que el poema debería decir algo profundo (aunque en verdad sí habría que discutirlo) así que por una parte habría que discutir si sobre todo el poema debe entenderse, si la intelectualización del contenido repercute en las sensaciones que el poeta quiere transmitir y finalmente preguntarse sí, en el caso de Fernandez Mallo, los poemas no son más que trucos matemáticos para ocultar el vacío.
En resumen, ¿tiene o no ropa el emperador?
b) Justo en el camión de camino a la Facultad discutía sobre el rollo que se trae la banda de poetas jóvenes mexicanos, lo que yo alegremente calificaba de poesía postpunk: una poesía que busca no decir nada de la peor forma posible, que rehuye de manera intencionada o no intencionada de una forma coherente a la vez que trata de ofuscar el contenido hasta anularlo; una poesía emo en la que se confunde la depresión con la lucha social y la desidía con el tener algo que decir. ¿Hay diferencia entre esta propuesta (o falta de ella) y lo que propone Fernández Mallo? ¿Es una diferencia escencial o sólo de grado?
c) Cómo no tengo nada mejor que hacer con esta memoria, trataré de pelotear el asunto en los próximos días. Estimados cinco lectores, si tienen algo interesante que decir, sus comentarios serán más que bienvenidos.
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