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El plagio

Aceptémoslo, somos vagos. Tan vagos, que nos da infinita pereza poner una nota a pie de pie de página o siquiera un par de comillas. En vez de usar el botón de "Blog This" preferimos presionar CTRL+C, CTRL+V, porque para llegar a dicho botón hay que mover el puntero. Si de pronto hay que hacer una reseña o un articulito, ¿no es tentador buscar una reseña anterior y cambiar sólo unas cuantas palabras?

Leo que a Bryce Echenique lo han encontrado culpable de 16 cargos de plagio. No uno ni dos, sino dieciseis. Y es que somos infinitamente vagos. O infinitamente tuertos.

Comentarios

Damián dijo…
Es un grave problema cultural.

En la universidad entregué un ensayo sobre el Arte del Renacimiento Italiano para la clase de Historia del Arte. Fueron 3 páginas investigadas, redactadas y desarrolladas por mí en su totalidad. El maestro me calificó con 8. Una compañera aplicó el vil y descarado copy+paste de Encarta. Entregó 10 páginas + ilustraciones bajadas de internet. El maestro la calificó con 10 y me dijo "deberías haber entregado un trabajo como tu compañera". Irónico, ¿no?

Y luego se preguntan por qué tanta gente acaba por sucumbir a la tentación...
Canalla dijo…
Yo te plagio,
tú me copias,
él nos imita,
ellos publican ...
Saludos.
En la universidad en la que trabajo es vicio público entre algunos estudiantes el plagio descarado de textos académicos escritos originalmente en inglés, que meten a un traductor y presentan en traducción (literal, horrenda e inentendible) como trabajos originales. NI siquiera se molestan en intentar darle coherencia. Es grave esta pereza de producción intelectual.

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