Ir a Libros, Libros, Libros es como una peregrinación a La Meca. Llegar es la mitad de la aventura. Caminar de la casa al metro. Transbordar en Tacubaya. Bajarse en la estación Auditorio y tomar un camión que suba por Palmas. Bajar en Monte Líbano y caminar cinco calles hasta el Superama. Luego: dos horas revisando libro por libro todos los estantes, de rodillas a veces, de pie a veces: leer en susurros las contraportadas de los libros que parecen buenos pero que no tienes ni la menor idea de quién es el autor. Mirar con dolor el precio de los libros. Devolverlos con tristeza y prometer que se volverá por ellos en otra ocasión, pero también: tomar ese libro y llevarlo a la caja y pagar y salir a la calle con el libro en las manos y caminar las cinco calles cuesta arriba hasta Palmas y tomar un camión a la estación Auditorio del metro y transbordar en Tacubaya y caminar a la casa y echarse en la cama y ponerse a leer. Y leer. Y leer.
La vida está tan devaluada que a últimas fechas se puede comprar una segunda por unas cuantas piastras. En Second Life , la vida te ofrece una segunda oportunidad. Encuentra un buen lugar donde constuir tu casa o negocio. Negocia en el mercado virtual. Con algo de suerte, podrías transformarte en millonario. Si tener varias mansiones y yates virtuales no es tu objetivo, no te preocupes. Second Life tiene otras cosas que ofrecer. Paseos virtuales, parques virtuales, cafeterías virtuales. Si buscas algo más caliente, puedes probar suerte en los casinos virtuales y gastar tus ganancias en una casa de citas virtual. ¿Ya mencioné que todo es virtual? [Un Casino de Second Life ] En su Espejo Roto , el Barón, viejo amigo, argumenta que un videojuego bien hecho es como un libro maravilloso . Yo difiero por completo. Como ese blog tiene moderación de comentarios, prefiero dejarle una respuesta aquí. Escribe el Barón: Siendo desde hace tiempo una persona que disfruta mucho de leer, a mi ...
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