Hace unas horas fui a Ghandi a ver las últimas novedades editoriales. Dos primeras novelas provenientes de un "laboratorio de novela" tenían las pilas más altas junto a las cajas, más altas que las pilas de los últimos libros de Villoro y Vila-Matas. También encontré ahí una nueva novela de uno de mis autores favoritos. Ya la tenía en las manos e iba a comprarla, cuando se me ocurrió leer la contraportada:
X tiene una maleta llena de dinero y documentos secretos...
¡Alto ahí! Hagamos un trato. Olvidemos las maletas. Escriban novelas en las que no hay hombre con maletas llenas de dinero y yo las leo con gusto. Lavadoras llenas de dinero, sí. Cajuelas llenas de dinero, sí. Alforjas llenas de dinero, sí. Maletas, no. Cada vez que escribes que hay un hombre con una maleta llena de dinero, un gatito muere.
¿Qué obsesión hay de un tiempo acá con darles a los personajes una maleta llena de dinero? Si no pueden encontrar un mejor pretexto para escribir una novela, no la escriban. Mejor vean la televisión, donde sobran las historias de gente con maletas llenas de dinero. No digo que sean malas historias, pero ya basta de maletas.
Por una mejor literatura, ¡a quemar todas las maletas!
X tiene una maleta llena de dinero y documentos secretos...
¡Alto ahí! Hagamos un trato. Olvidemos las maletas. Escriban novelas en las que no hay hombre con maletas llenas de dinero y yo las leo con gusto. Lavadoras llenas de dinero, sí. Cajuelas llenas de dinero, sí. Alforjas llenas de dinero, sí. Maletas, no. Cada vez que escribes que hay un hombre con una maleta llena de dinero, un gatito muere.
¿Qué obsesión hay de un tiempo acá con darles a los personajes una maleta llena de dinero? Si no pueden encontrar un mejor pretexto para escribir una novela, no la escriban. Mejor vean la televisión, donde sobran las historias de gente con maletas llenas de dinero. No digo que sean malas historias, pero ya basta de maletas.
Por una mejor literatura, ¡a quemar todas las maletas!
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