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Contra la negativdad, 4

En la multicitada nota de Rafael Lemus aparece el siguiente comentario:


Comentario de: Gustavo Méndez Martínez [Visitante]


"...LOS CRÍTICOS. Es una plaga que nunca pude entender. Si yo fuera un gran cirujano y un señor que jamás ha manejado un bisturí, ni es médico ni ha entablillado la pata de un gato, viniera a explicarme los errores de mi operación, ¿qué se pensaría? Lo mismo pasa con la pintura. Lo singular es que la gente no advierte que es lo mismo y aunque se ría de las pretensiones del crítico de cirugía, escucha con un increíble respeto a esos charlatanes. Se podría escuchar con cierto respeto los juicios de un crítico que alguna vez haya pintado, aunque más no fuera que telas mediocres. Pero aun en ese caso sería absurdo, pues ¿cómo puede encontrarse razonable que un pintor mediocre dé consejos a uno bueno?" (El túnel, Ernesto Sábato)


Lo mismo pasa en la literatura. ¿Cómo puede encontrarse razonable que un escritor mediocre dé consejos a uno bueno?

Y parecería tener sentido lo que dice, salvo porque no tiene ningún sentido. Al médico no va a reclamarle un "crítico de la cirugía" sino el paciente porque ha olvidado en su estómago unas tijeras. De la misma forma, el que reclama al escritor es un lector; el crítico literario es un lector. ¿No es razonable que un lector dé consejos a un escritor? No necesito ser diseñador de sillas para darme cuenta de que una no es cómoda. Quizá con los libros sea más difícil, pero el principio es el mismo.

Mi padre ha visto dos películas a la semana durante los últimos treinta años. ¿Eso descalifica su opinión, sólo porque nunca ha filmado una?

Comentarios

GNF dijo…
Pues muy cierto. Por otra parte los médicos tienen tribunales de mala praxis y cosas así en los hospitales y todo eso, que tal vez son los peores críticos.

Pero no se puede comparar cualquier actividad humana al arte, son cosas que no coinciden.

Y como dices, hay cosas que las ve cualquiera. Y otras cosas que tal vez no cualquiera, pero sí alguien que sabe más que el lector promedio. Cualquier lector puede ser crítico, digamos, con comillas, pero los críticos profesionales, que teóricamente deben estar informados y formados, tienen una opinión más valedera. Que luego haya supuestos críticos profesionales que sean unos idiotas... ya es otro tema.

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