En la nota de Ortuño en letras libres aparecen en los comentarios respuestas de Yepez, Hernán Bravo Varela y de Rogelio Guedea que vale la pena leer. Me quedo un fragmento de este último:
Creo que en una cosa coincidimos: en que lo que se que se enrosca en nuestras lenguas cuando hablamos de crítica y de críticos, de nuestra obra literaria o la de otros, es el Ego. No sé por qué todos, pero todos, queremos tener la Última Palabra, o al menos así lo parece. Me desconcierta que así sea. Este maniqueísmo, esta idea de que si no estás conmigo estás contra mí, este si no eres lacayo eres traidor, no sólo nos está produciendo una miopía crítica terrible sino que aparte nos está enemistando gratuitamente.
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