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Leyendo The Blind Side de Michael Lewis

Al crítico mexicano Rafael Lemus le encanta defender la idea de que la crítica literaria es una forma de creación. Cada vez que leo a James Wood pienso lo mismo. Quizá algunos piensen que odio a Wood por lo que escribo en mis reseñas, pero no es el caso. Lo cierto es que cuando Wood reseña ciertos libros, ya se puede adivinar que tipo de comentarios hará, cuales serán sus reticencias y por que dirá que al fin y al cabo el libro es fallido. Cuando a Wood un libro no le gusta, puede ser mordaz, cruel e incluso un poco infantil. Pero cuando un libro verdaderamente le gusta, como en su reseña de The Thousand Autumns of Jacob de Zoet (comprado en París y en fila de lecturas) el crítico hace que sus palabras brillen. En un buen día, con una buena reseña, Wood no se limita a hablar sobre el libro en cuestión, sino que habla de la literatura contemporánea en general. Y cuando un libro verdaderamente le gusta, como este último de David Mitchell, termina diciendo cosas sobre el espíritu del hombre en sí,  en otras palabras, hace literatura.

Mientras leo The Blind Side me invade una sensación similar a la que me da leer una buena reseña de James Wood. The Blind Side cuenta la historia de Michael Oher, actual tackle ofensivo de los Baltimore Ravens, pero Lewis teje la historia personal de Oher con el desarrollo del juego de futbol americano en los últimos cien años. Lewis hace un examen muy interesante sobre el desarrollo del futbol y presenta algunos puntos bastante polémicos. En su opinión, por ejemplo, Joe Montana no es tan bueno como el resto del mundo piensa que es. Pero no se detiene ahí, y relaciona la forma en que este deporte ha cambiado con asuntos más grandes, digamos, asuntos universales: el miedo, el valor, la fuerza contra el intelecto. Así que si les gustá el futbol americano, creo que no harían mal en leer este libro. Si no les gusta, quizá este libro les ayude a entender por que hay personas a las que nos encanta este deporte–espectáculo.

Comentarios

Unknown dijo…
Te digo algo, René, a mí Wood me parece bastante más complejo de lo que dicen sus comentaristas en la blogósfera, y más si lo pones en perspectiva, es decir, frente a otros teóricos, como Barthes o Schklovsky. Wood es una combinación de ambos:de Schklosvky por su manera de explicarnos cómo percibimos "estéticamente" un objeto y cómo funciona el argumento (el ensayo de Wood sobre lo que significa "la vida" para Chejov es un ejemplo) y de Barthes en su crítica interpretativa (creo que así le llaman), por su afán de cubrir la obra de un escritor con su propio lenguaje antes que enclaustrarlo en el análisis académico. Pero Wood reacciona frente a ambos: contra el análisis estructuralista de Barthes (digamos que hoy en día Barthes amaría a también a David Mitchell por todas las razones contrarias que él lo admira), y un poco contra el extrañamiento de Shklovsky y los formalistas, y más contra la negativa de Schklovsky de la tradición. Todo es un términos bien vagos, pero sólo para decir que es irritante cuando tratan a Wood en blanco y negro, cuando tiene muchos matices, confrontándolo con la tradición crítica.
Sobre lo del crítico como creador, que eso ya ha sido superado.
Y creo que me voy a leer esta novela que recomiendas. Disfruto mucho las novelas de deportes.
Unknown dijo…
Mauricio:

Lo del crítico como creador es uno de esas discusiones recurrentes que nunca se van a zanjar, quizá porque está en el centro de lo que verdaderamente es la literatura, me temo.

Con lo de Wood concuerdo, pero es que el tipo a veces la pone muy fácil para quejarse. De todas formas me parece el mejor crítico de la actualidad, muy superior a gente como Michiko en su capacidad para leer la obra.

The Blind Side no es una novela, es non-fiction, pero creo que es muy bueno.

Saludos

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