Pasan cosas así. De pronto no tengo mucho tiempo para escribir ni para leer. De todas formas, avanzo lento pero seguro con Ilustrado de Miguel Syjuco, que David Miklos me recomendó hace poco. Es muy bueno, de esos libros buenos que te dan envidia de los buenos que son. El mejor debut literario que he leído desde House of Leaves. Este año ha sido quizá uno de los años en que he leído más buenos libros desde el 2003. Casi todos son libros recientes. Hay una explicación muy sencilla a por qué estoy leyendo tantos libros tan buenos: desde 2003 no había tenido acceso a tan enorme cantidad de títulos que no había leído. (El 2003 fue el año en que empecé a leer en serio. Toda la literatura me estaba esperando.) A diferencia de 2003, en que hice pocas cosas además de leer, este ha sido un año muy agitado, pero las horas en el metro se han transformado en horas de lectura gracias a los libros electónicos.
Pasan cosas así. El 28 de noviembre estaré en Guadalajara, en la FIL. Cuando tenía 18 años soñaba con ir a GenCon o a la ComiCon. Ahora mi sueño es la FIL, que tiene la ventaja de no que no necesito visado y los asistentes cuidan más su higiene personal. Pasaré una semana entre libros, más libros de los que nunca voy a poder leer (y a decir verdad, la mayoría no los quiero leer). Imagino a un lector culto, cultísimo, que ha leído muchísimos libros pero ninguno de los que he leído yo —será fan de Musil, por ejemplo—. ¿Podría tener la misma idea de la literatura?
A veces, pasan ciertas cosas, por ejemplo, descubrir que pasé toda la carrera de ingeniería sin conocer ni necesitar conocer la existencia de un teorema geométrico que ahora es de enseñanza obligatoria en la secundaria. Cuando sea viejo, algunos de mis amigos estarán en los libros de texto de Español. No sé si eso es motivo de alegría o para ponerse a temblar.
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