Después de un inicio prometedor, la novela parece irse en picada, lo cual resulta irónicamente apropiado para una novela que habla de espeleología y escaladores de cavernas... La historia es bastante atractiva. En los albores del siglo XX, un capitán perteneciente a un oscuro principado germano descubre, durante una expedición a los Himalayas, una gruta con una misteriosa inscripción en sánscrito, que una vez traducida resultan ser los famosos versos de Dante, “pierdan toda esperanza aquellos que entren”. A partir de ese momento, se desata una loca carrera a lo largo de los años por llegar al fondo de la gruta, bautizada como la Gruta del Toscano, que podría resultar la inspiración para el Infierno dantesco, sino es que el Infierno mismo. Sin embargo, la prosa de Ignacio Padilla muchas veces no ayuda e incluso hace tropezar al alpinista lector que remonte las páginas de esta novela. El escritor mexicano, el más prometedor de todos los que de su generación se agrupan en el autonombr...