Después de varios retrasos, hoy por fin terminé de leer La muerte de un instalador. Debo decir que el libro me gustó, pero no tanto como esperaba. A ratos me recordó, y no por buenas razones, a La región más transparente. Un poco demasiado pretenciosa, un poco demasiado deshilvanada, un poco demasiado extensa. Se ve el andamiaje.
Todo lo anterior no quiere decir que no sea una novela interesante, pero me temo que tiene fecha de caducidad. Así que léanla pronto.
Todo lo anterior no quiere decir que no sea una novela interesante, pero me temo que tiene fecha de caducidad. Así que léanla pronto.
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