¡Ay, cómo se aman los hombres! Por las calles se les ve todavía juntos. Se les ve muy
seriecitos y tiernos, codo con codo, dentro de los tranvías amarillos.
¡Y cómo creen! Creen en el protoplasma, en el paraguas, en la Extremaunción. Van
leyendo el periódico.
Llorar amor — madurez del amor.
Amor — con olor de flor y de color blanco.
seriecitos y tiernos, codo con codo, dentro de los tranvías amarillos.
¡Y cómo creen! Creen en el protoplasma, en el paraguas, en la Extremaunción. Van
leyendo el periódico.
* * *
Llorar de amor — divina castidad de la adolescencia.Llorar amor — madurez del amor.
Amor — con olor de flor y de color blanco.
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El libro completo: Equinoccio, de Francisco Tario. (Gracias Recuerdos Inútiles)
En algún camino que nadie conoce se encontrarán algún día el primer hombre de la
Tierra y el último y se darán fríamente la mano.
—¡Cuánto tiempo sin vernos!
Luego caminarán juntos un trecho, en prueba de amistad y buenos propósitos, y los
demás hombres —todos los demás— aplaudirán de entusiasmo, sentados sobre la
hierba.
Tierra y el último y se darán fríamente la mano.
—¡Cuánto tiempo sin vernos!
Luego caminarán juntos un trecho, en prueba de amistad y buenos propósitos, y los
demás hombres —todos los demás— aplaudirán de entusiasmo, sentados sobre la
hierba.
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