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Lugares comunes, 1

1. Leo divertido la entrada de «lugar común» en la Wikipedia, el tipo de entrada que hace que esta enciclopedia tenga la reputación que tiene:

[El lugar común] presenta una o varias de las siguientes características:

  • Demuestra poca imaginación de quien la expresa. Sustituye la búsqueda de ideas originales o creativas por otras ya gastadas.
  • Claramente es una copia o idea robada de alguien más. Normalmente quien abusa de ellos no tiene imaginacion para nada mas.
  • Frecuentemente usado en el discurso político como herramienta de la demagogia para engañar o maquillar la verdad.
  • Simplifica una idea o concepto que quizá merecería matizarse.
  • Se considera mas util que molestarse en informarse un poco.
2. Hace unos diez años asistí al único taller literario al que he ido en mi vida. Aunque mis recuerdos son muy positivos, no se me olvida la obsesión del taller (y por lo visto de todos los talleres similares) por dos temas: los lugares comunes y las cacofonías. Le tengo especial cariño a dos en los que incurría mucho, «oscuro como boca de lobo» y «blanco como la nieve». En mi vida he visto el interior de la boca de un lobo y cuando años después conocí la nieve el color no tenía nada que ver con el que imaginaba. El miedo a los lugares comunes me llevo a buscar adjetivos extraños, y así, luego cambiaba «oscuro como boca de lobo» por «oscuridad verdosa». Claro que esta última tiene el problema de la cacofonía...

3. Un día en Ghandi paseaba por la mesa de Anagrama. Una persona toma un libro de Vila-Matas, lo abre y lee a su acompañante unas cuantas frases al azar. «Lo ves», dice, «el tipo no sabe escribir. Cinco cacofonías y dos lugares comunes en una sola página».

4. Años después, un amigo de la Facultad de Letras me platicaba que «siempre me piden que presente sus libros. Creen que sé escribir porque no repito palabras y no uso lugares comunes».

5. Un sumario de lo que es saber escribir, a saber: No repetir palabras, no caer en lugares comunes ni cacofonías, evitar los adverbios terminados en -mente, evitar los gerundios, cuidar el uso de «que» e «y». No está de más (aunque eso ya es avanzado) aplicar las reglas de la gramática prescriptiva. Luego tome un libro de Arlt, de Felisberto Herández, Bolaño, de Cortázar, de Vila-Matas o de Javier Marías, léalo a conciencia y caiga en cuenta que saber escribir es otra cosa.

Comentarios

Damián dijo…
Es el problema cuando se juzga la forma, y no el contenido.
GNF dijo…
Pues lo mismo que dice Lobo Gris. Hace unos días hablaba con un amigo de Bellas Artes y me comentaba lo mismo: lo normal es pintar y exponer todo lo que sea similar a otras cosas hechas, respetando las normas ya preestablecidas, pero sin animarse a innovar nada, sin poner nada personal, cero contenido.

Por otra parte, lo que cuentas me hizo reir mucho. Muchas veces me haces reir por la forma que tienes de criticar cosas que no he leído :D Pero aquí fue mejor. Yo también he leído el tema de las cacofonías y todo lo demás, lo he escuchado mucho. ¿Lo cuido? Sé que tengo problemas con las repeticiones de palabras (tres en dos frases, digamos) y las frases largas, así que cuido eso; por otra parte en mi última novela estaba el tema de las cacofonías y no siempre las arreglé, porque hubiera implicado rehacer todo, quiero decir, si me preocupo más por eso que por el contenido...

Si uno se pone un filtro para cada cosa de esas, al final terminas con un café que más parece agua sucia que café...

Al hacerle leer tu entrada a mi hermano, me preguntó si había leído algo de Saramago. Y no, así que me dio a leer cualquier página de uno de sus libros. Digamos que no respetaba nada... Y, más allá de lo que se pueda decir sobre su calidad literaria, esa gente vende. Los otros... no sé.

Pero ya me estoy poniendo pesado con tanto texto, René, te dejo para que te hagas rico con tus anuncios en este blog. Espero que te acuerdes de nosotros cuando te bañes en ducha de oro :D :D
Damián dijo…
He descubierto que es algo un poco más universal. El mismo problema hay al ver la crítica del Diseño Gráfico y otras cosas diferentes.

Ahora, una cosa es querer tener buena forma, cuidarse y tratar de mejorar. Otra es el ignorar el contenido, y basarse únicamente en esos aspectos técnicos.

Vamos, que ambos aspectos son parte del contexto completo de la obra.

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