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Excalibur (Escribiendo, 3)


Hace ya casi un año, hablaba de una novela que se me antojaba mucho escribir, pero que no quería hacerla en silencio. Después de un año, terminé de escribir otra novela (que viaja por el mundo de concurso en concurso), un poema (que hace lo mismo) y en este momento me peleo con un cuento (que aparecerá en este espacio). El cuento se llama "Elefante Blanco" y lleva años en el tintero (un fragmento). Es la historia de un hombre que se llama Six, lo que le pasa a lo largo de un día y los libros que lee. Mientras trataba de acabar ese cuento, terminé por escribir un libro entero de cuentos (a los que no les tengo mucho cariño) que no se parecen en nada a "Elefante Blanco".

Dave Eggers dice en el prólogo de Forty Stories que Donald Bartheleme es uno de esos escritores que hace que ten ganas de escribir. Me pasa lo mismo. Gracias a la lectura de Barthelme, he vuelto a ese cuento, que en cuanto termine aparecerá en esta memoria, en varios formatos, para quien le pueda interesar.

El caso es que, un año después, por fin me encuentro en condiciones de compartir ese proyecto de novela con ustedes. No sé qué sentido tiene llevar este proceso en público, pero es algo que quiero hacer y de alguna forma necesito. La novela no tiene nombre aún, pero por llamarla de alguna forma, primero la llamé "Fantasyland". De momento, el proyecto se llama "Excalibur", como ese legendario libro que al leerlo te vuelves loco.

La premisa es más o menos sencilla: A finales de los años cincuenta, un empresario norteamericano consigue una ingente cantidad de dinero de inversionistas para construir un enorme parque de diversiones, Excalibur, que sería mucho más grande e impresionante que Disneyland. Algunos dicen que compró una isla para crear ahí su visión, otros dicen que lo hace en un valle secreto en los Estados Unidos, otros más que en un paraje remoto e inaccesible de Europa. El caso es que el empresario desaparece, junto con todo el dinero, y no se vuelve a saber más de él.

Sin embargo, a lo largo de los años, aparecen indicios sobre el destino del empresario. En los sesenta, aparece en París una fotografía de un grupo de guerrilleros sentados en un enorme tiovivo oxidado y devorado por vegetación selvática. Quince años después, en las costas de Guerrero encalla un enorme elefante rosa de plástico, atravesado por fuego de artillería. En los noventa, un hombre es arrestado en Japón tras intentar pagar en un restaurante con monedas para una máquina tragaperras. Todos esos sucesos tienen algo en común: esos objetos fantasmales están marcados como propiedad de Excalibur.

En 2006, una avioneta propiedad de Excalibur se estrella en una pista privada cerca de Edinburgo. Este evento pone sobre aviso a los inversionistas que aún siguen con vida, y a sus herederos, sobre la posibilidad de recuperar el botín. La búsqueda de Excalibur los va a llevar por todo el mundo, el presente, el pasado e incluso el futuro.

Mi idea es que sea una novela grande, polifónica, con muchos personajes, en la que pasen demasiadas cosas, y se lea de una forma no convencional. Es decir, que sea el tipo de novela que me gusta leer (y en definitiva, que no sea el tipo de novela que debería escribir).

De ahora en adelante, irán apareciendo actualizaciones sobre el proyecto en esta memoria, cada tanto tiempo. Cada entrada va a llevar el tag "Excalibur", incluirá dicha palabra en el título, y además el contenido va a ir escondido detrás de un doblez, de forma que aquellos que no estén interesados en estas entradas puedan ver el resto del contenido de la memoria sin distracción. Los fragmentos en sí de la novela, cuando decida compartirlos, aparecerán en formato PDF y EPUB, y llevarán todas las reservas de la ley (a diferencia de esta memoria, que usa una licencia CC).

Me emociona mucho poder escribir así, sin estar cuidando que alguien mire sobre mi hombro, o con miedo a compartirlo. Esperemos que el viaje valga la pena para todos.


Comentarios

Aisling dijo…
La premisa al menos suena bastante, bastante chida... yo sí me compraría la novela. Suena un poquitín como a Jonathan Carroll, que es un autor que me gusta mucho últimamente porque de hecho no escribe fantasía convencional (aunque lo que hace sigue siendo fantasía).

Yo me la pensaría, eso sí, antes de subirla completa a internet. La protegería primero con derechos de autor y por el estilo. Sólo por si las dudas (en la blogósfera no siempre está uno entre amigos).
Unknown dijo…
Aisling, gracias por el comentario.

No pienso subirla completa a internet (al menos no yo, espero encontrarle un editor cuando el momento llegue). Pienso subir fragmentos y borradores de algunas cosas, más bien.

No conocía a Jonathan Carrol. Esa es una verdad a medias porque me puse a buscar en mi biblioteca y resulta que tengo dos libros suyos, Los dientes de los ángeles y El país de las risas. ¿Cuál me recomendarías leer primero?
Aisling dijo…
Bueno, yo no he leído Los dientes de los ángeles, pero sí El país de las risas y me agradó mucho. Aunque mi libro favorito de Carroll, de hecho, creo que todavía no se ha traducido al español pero es fácil de conseguir en inglés: se llama Bones of the Moon.

De los que tienes, empieza por El país de las risas. Pero si no fueras a leer a Carroll más que una vez en la vida, procura buscar Bones of the Moon.

¡Buena suerte con la escritura! Seguiremos al pendiente. :>
Unknown dijo…
Gracias por la recomendación.

Me he pasado por todas las tiendas de ebooks y no hay una sola que me quiera vender libros de Jonathan Carroll. No tienen derechos para vender en México sus libros. De todas formas busco el libro la próxima vez que pase por Books books books. Su última novela "The Ghost in Love", también suena muy bien.

Mientras empiezo con El país de las risas, en cuanto termine A Gate at the Stairs. ¿Es mi imaginación o hay un libro de Stephen King que tiene prácticamente el mismo argumento?
Anónimo dijo…
Yo probé a Carroll el año pasado, escuchándolo con Text To Speech. Elegí una novela que me habían recomendado hacía tiempo: Outside the Dogmuseum".

La trama me interesó, al menos en principio, pero enseguida todo me pareció lleno de una pseudofilosofía new age + selfaid tan pero tan barata (a lo Richard Bach, o sea: muy chafa) que me hartó y tuve que dejarlo.

Igual, por si te interesa, los textos electrónicos de Carroll los conseguí acá:

http://www.elultimolibro.net/2009/11/jonathan-carroll.html

Saludos.
Aisling dijo…
Al mejor cazador se le va la liebre, y no dudaría pero ni tantito que Jonathan Carroll tuviera sus momentos chafas, como todo el mundo. Martín, yo sí voto por que le des otra oportunidad.

No he leído lo suficiente de King como para saber si hay por ahí un país de las risas, pero ya me encargaré de preguntarle a mi capitán Quasar (que, por cierto, no ha leído el libro de Carroll. Bleh).

A ver, a ver... ¿alguien sabe cómo se llaman esos perritos que tienen la cara como sin división entre el hocico y la frente, como si les hubieran extendido la piel sobre el cráneo muy, muy estirada? Carroll los saca mucho en sus novelas.
Unknown dijo…
Pug, de acuerdo al experto local el perros.

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