Un amigo me contaba hoy la sorpresa que experimentó al terminar de leer las obras semifinalistas y la finalista de la pasada edición del prestigioso premio literario Herralde. Después de discutir un poco el asunto, la sorpresa se convirtió en características sintomáticas de algo (aplicarle la palabra “moda” sería bastante sensato, acordamos): párrafos cortos, oraciones redactadas por escritores que se acercan más a adolescentes sin experiencia en la escritura, aplicación desprolija in extremis del lenguaje, uso de españolismos completamente fuera de lugar.
—Leído en Sentencias inútiles
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