Para los que no lo saben, en el blog de Hermano Cerdo aparece la cobertura de la revista a la FIL de Guadalajara. Nos leemos por allá.
La vida está tan devaluada que a últimas fechas se puede comprar una segunda por unas cuantas piastras. En Second Life , la vida te ofrece una segunda oportunidad. Encuentra un buen lugar donde constuir tu casa o negocio. Negocia en el mercado virtual. Con algo de suerte, podrías transformarte en millonario. Si tener varias mansiones y yates virtuales no es tu objetivo, no te preocupes. Second Life tiene otras cosas que ofrecer. Paseos virtuales, parques virtuales, cafeterías virtuales. Si buscas algo más caliente, puedes probar suerte en los casinos virtuales y gastar tus ganancias en una casa de citas virtual. ¿Ya mencioné que todo es virtual? [Un Casino de Second Life ] En su Espejo Roto , el Barón, viejo amigo, argumenta que un videojuego bien hecho es como un libro maravilloso . Yo difiero por completo. Como ese blog tiene moderación de comentarios, prefiero dejarle una respuesta aquí. Escribe el Barón: Siendo desde hace tiempo una persona que disfruta mucho de leer, a mi ...
Comentarios
Respecto al post primero, el de que hay varias ferias, es cierto, pero todas conforman un todo: La FIL. Y es estupenda, con todo y sos pormenores, que hay donde sea.
No sé si haya alguna feria de la que no haya de qué quejarse. Sin embargo, de esta edición de la FIL hay muchas cosas de las cuales quejarse, que no es lo mismo.
No puedo hablar, como tú, por todos los mexicanos. Te puedo decir a título personal que yo sí estoy feliz por la FIL, que de otra manera nunca habría podido conocer a Saramago, a James Ellroy, a Mark Danielewski y un largo etcétera. Sin embargo, tampoco tengo la costumbre de quedarme callado cuando algo me molesta y si fueran simples pormenores, me habría puesto a escribir sobre otra cosa.
Lo que me resulta curioso es que en varios espacios de la FIL y en torno a la FIL se mencionó lo contrario a lo que dices: la ausencia de crítica. Así que parece que lo que pides ya se está dando. Tenemos mexicanos más felices de lo poco o mucho que tienen y menos criticones. Desafortunadamente, no me cuento entre ellos.