Para los que no lo saben, en el blog de Hermano Cerdo aparece la cobertura de la revista a la FIL de Guadalajara. Nos leemos por allá.
Twin Peaks o los hombres que no amaban a las mujeres Advertencia: este texto contiene la revelación del misterio esencial de las primeras dos temporadas de Twin Peaks: quién es el asesino de Laura Palmer. Revela más bien muy poco de las líneas argumentales de la tercera temporada, si bien su intención es esbozar algunas líneas para reflexionar sobre su desenlace. El 26 de abril de 1990, unos 17 millones de personas vieron lo que muchos críticos califican como una de las escenas más graciosas e inquietantes de la historia de la televisión. En el cuarto episodio de la primera temporada de Twin Peaks , “Rest in Pain”, un desconsolado Leeland Palmer —en una gran interpretación de Ray Wise— se lanza sobre el féretro de Laura, su hija asesinada, durante el entierro. El mecanismo elevador del ataúd se activa y padre e hija descienden juntos al agujero en la tierra, pero una avería provoca que se eleve de nuevo. Mientras Ray llora sobre la caja que contiene al cuerpo de su hija, el féret
Comentarios
Respecto al post primero, el de que hay varias ferias, es cierto, pero todas conforman un todo: La FIL. Y es estupenda, con todo y sos pormenores, que hay donde sea.
No sé si haya alguna feria de la que no haya de qué quejarse. Sin embargo, de esta edición de la FIL hay muchas cosas de las cuales quejarse, que no es lo mismo.
No puedo hablar, como tú, por todos los mexicanos. Te puedo decir a título personal que yo sí estoy feliz por la FIL, que de otra manera nunca habría podido conocer a Saramago, a James Ellroy, a Mark Danielewski y un largo etcétera. Sin embargo, tampoco tengo la costumbre de quedarme callado cuando algo me molesta y si fueran simples pormenores, me habría puesto a escribir sobre otra cosa.
Lo que me resulta curioso es que en varios espacios de la FIL y en torno a la FIL se mencionó lo contrario a lo que dices: la ausencia de crítica. Así que parece que lo que pides ya se está dando. Tenemos mexicanos más felices de lo poco o mucho que tienen y menos criticones. Desafortunadamente, no me cuento entre ellos.