Trato de desocupar el pedazo de mi cabeza que sigue ocupado en la reseña de Constatación... que no se deja escribir. Es bastante frustrante, pero justo la misma frustración impide que pueda comenzar de nuevo.
Mientras tanto, leo tres libros, Moby Duck, que es una proeza del ensayo moderno, El hacedor de Borges y El hacedor (de Borges) Remake, de Agustín Fernández Mallo. El remake es genial y tiene esa extraña facultad que tienen los libros de agustín de sentir que te quitan el piso de debajo de lo pies. Hay un cuento "Las uñas", que no sólo es un remake de Borges sino también un remake de Inland Empire, que es uno de los cuentos que más miedo me han dado en la vida (el otro es "El foso y el péndulo" de Poe).
Escribo un cuento breve y tomo notas y notas para la novela, que va a cambiar otra vez de nombre. Ya hablaré más de eso pronto y con algo de suerte les mostraré algunos primeros borradores. Claro, para eso necesito que el trabajo vuelva a niveles humanamente manejables.
Mientras tanto, leo tres libros, Moby Duck, que es una proeza del ensayo moderno, El hacedor de Borges y El hacedor (de Borges) Remake, de Agustín Fernández Mallo. El remake es genial y tiene esa extraña facultad que tienen los libros de agustín de sentir que te quitan el piso de debajo de lo pies. Hay un cuento "Las uñas", que no sólo es un remake de Borges sino también un remake de Inland Empire, que es uno de los cuentos que más miedo me han dado en la vida (el otro es "El foso y el péndulo" de Poe).
Escribo un cuento breve y tomo notas y notas para la novela, que va a cambiar otra vez de nombre. Ya hablaré más de eso pronto y con algo de suerte les mostraré algunos primeros borradores. Claro, para eso necesito que el trabajo vuelva a niveles humanamente manejables.
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