Después de una muy notable primera novela, Everything is Illuminated, esta segunda novela de Jonathan Safran Foer, traducida por Lumen como Tan fuerte, tan cerca, es una gran decepción. Es una novela posmoderna cliché. Para decirlo de otra forma Extremely Loud es del tipo de novela que le da mala reputación a las novelas posmodernas.
La novela narra la historia de Oskar Schell, un niño neoyorkino que pierde a su padre en el ataque a las Torres Gemelas, pero también es la historia de su abuelo, que nunca conoció a su hijo, pero perdió a toda su familia en el bombardeo de Dresden. ¿Qué obsesión tiene J. Safran Foer con los abuelos? Ninguna de las historias logra cuajar por completo. Los personajes son inverosímiles, aunque eso podría perdonarse en una novela de este tipo, pero también son incapaces de transmitir una pizca de emotividad. En buen mexicano, dan güeva.
El peor desacierto de la novela es su uso de imágenes, juegos tipográficos y colores. El autor revela un profundo desconocimiento de su uso y parece que sólo las coloca ahí para demostrar que sabe de su existencia. Es el fenómeno de las ropas del emperador hecho novela.
Hay un par de momentos que habrían funcionado bien como cuentos, como la historia de la mujer que se va a vivir al mirador de Empire State. Sin embargo, los mejores momentos de la novela, cerca del final, no son más que una cruda e insípida revisión de Time's Arrow de Martin Amis.
Una novela que quería disfrutar mucho y se volvió una gran decepción. Solo léala por compromiso o si no tiene nada mejor que hacer.
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