El juego consiste en lo siguiente: un número inconmensurable pero finito de ángeles se amontonan uno al lado del otro sobre la cabeza de una aguja y luego se lanza ésta sobre un pajar infinito. Los otros jugadores, ángeles también, toman turnos de una década, una centuria, o un milenio, dependiendo de lo aburridos que estén (en la Creación ya no pasa nada), para encontrar la aguja en el pajar. El ganador, por supuesto, no es quien logre encontrarla, sino aquel ángel que, una vez encontrada la hebrilla de metal, haga pasar un camello por el ojo de la aguja mientras los ángeles sobre su punta bailan y cantan alabanzas al Señor. En casos de especiales, para este juego se han utilizado dromedarios, caballos e incluso sogas, pero ni siquiera los Tronos o las Potestades han logrado hacer pasar a un hombre rico por el ojo de la aguja.
Primeras impresiones de Bohemian Rhapsody Ok. Bohemian Rhapsody . Esta película me provoca sentimientos encontrados. Tiene muy buena factura. Algunos de los efectos especiales no son de la mejor calidad, pero es una biopic con efectos especiales: eso habla de un deseo de contar la historia de la mejor manera posible. El diseño de arte y el vestuario soberbios. Quizá dignos de un Oscar. ¿Pero la historia? No puedo ser nada objetivo porque no sólo me sabía la letra de todas las canciones, también sabía todas y cada una de las cosas que iban a pasar, incluyendo muchos de los diálogos. Pero me queda la impresión de que la historia nos queda debiendo mucho. Quizá sea el cambio de director a media producción, quizá la intromisión de los miembros sobrevivientes de la banda que cuidan demasiado la imagen de Mercury, quizá sea, como dice Brian May a media película, que las audiencias norteamericanas –para las que existe esta cinta– son puritanas en lo público y perversas en lo privado, pero...
Comentarios
Que chido. Yo me conformo con mi serafín, en caso de que en realidad este ahí.