En el reacomodo de libros en el estudio, decidí dedicar un anaquel para todos los libros que tengo y que por una u otra razón, no he leído. Son unos 30. Están Cormac McCarthy, John Cheever, Sabato, Saramago, Fresán, Lezama Lima, Houellebec. Todo un festín. También en el reacomodo he ordenado libros por temas y autores. Mucha crítica literaria. Mucho Cortázar, Fuentes y Bolaño. También mucho Pynchon y mucho Daniel Sada. Lo peor de todo es que logré dejar un estante y medio vacíos: espacio para más libros. Claro, a fuerza de meter libros en cajas, regalar otros y desear no haber comprado algunos más. Por primera vez en mi vida me planteo la idea de que hay libros para conservar, para tener a la mano, y libros pasajeros, para vender a librerías de viejos o como papel. En esta última lista están todos los best-sellers que he ido acumulando con los años y algunos clásicos que no pienso volver a leer. Conservo con cariño, aunque sin mucha ilusión de conservarlo, mi primer libro: una noveliza...