Ya comentaba en la nota Amazon o los delirios del poder cómo se está popularizando el uso de los derechos de autor como medio de censura. Hoy me encuentro con una nota sobre fanáticos de Harry Potter en el mismo sentido:
Desde que el buen Daniel Radcliffe decidió demostrar sus dotes actorales en la forma en que los niños actores suelen hacerlo al alcanzar la madurez legal (haciendo un desnudo en un monteja off-Broadway), los rumores sobre su sexualidad no han dejado de escucharse en las cloacas del periodismo amarillista (y entre los freudianos que siempre ven otra cosa en las varitas mágicas). Una situación que derivado en la apropiación de la figuta del Mago más Poderoso de la Historia por los muy cuestionables creadores de porntoons (esa extraña hueste que se hace preguntas del tipo: ¿El Pato Donald está desnudo?), y han cundido por doquier los ejercicios a lápiz y Photoshop de la vida íntima alternativa de los alumnos de Hogwarts.Afortunadamente., existe una reacción contra toda acción, y ejércitos aún más numerosos de pottermaniacos se han dado a la caza de esos sitios que lindan con la pedofilia.
Extrañamente el argumento que suelen usar para denunciar a los sitios que albergan a esas imágeneses el de “uso ilegal de derechos de autor”, lo que nos hace preguntar muy preocupados si no será que la señora Rowling tiene planes de mudar la saga a los terrenos de Daniel Steel.
Comentarios