Un enredado preludio bibliográfico
Lawrence Miles es uno de los mejores escritores de ciencia ficción vivos, injustamente marginado o automarginado por los círculos en donde ha elegido difundir su obra. The Book of the War es el primer libro de la Faction Paradox, un culto de terroristas vudú con capacidad de viajar por el tiempo. Editado y co-escrito por Miles, The Book of the War es una novela-diccionario que narra el inicio de un conflicto conocido simplemente como La Guerra, una lucha por el control de la Historia entre dos facciones de viajeros en el tiempo: sus actuales dueños y un enemigo tan peligroso que nombrarlo sería tanto como declarar la derrota. La novela es una pequeña joya que por momentos sobrepasa El Diccionario Jázaro de Milorad Pavic y por momentos provoca un desasosiego similar a la lectura de House of Leaves.
Humanidad
En la entrada dedicada a Humanidad, los misteriosos cronistas de La Guerra cuentan una historia curiosa: el Punto Fantasma. A diferencia de otras razas, la humanidad ha avanzado a una velocidad impresionante a lo largo de la historia. Del siglo XVIII a la fecha, el avance ha sido incluso más vertiginoso. Sin embargo, en el siglo XXI, este maravilloso progreso se detiene. "All that humanity needed was the will," escribe Miles. "But somehow, after millions of years of effort, the will had unexpectedly vanished". La humanidad llega a su punto fantasma. Desde ese momento en adelante, el progreso se detiene. Justo en el momento en que la humanidad estaba a punto de alcanzar su propia "iluminación" el fuego se apaga. Por supuesto, la humanidad sigue, pero su importancia dentro de la Historia desaparece. Durante los siguientes diez millones de años, la humanidad subsiste en ese estado aletargado.
Por el lado de la narrativa, es un argumento cómodo. Sirve para explicar por qué el futuro de la humanidad, desde El quinto elemento, Blade Runner o Snow Crash, pasando por Pórtico, hasta Aliens o Star Trek, se ve prácticamente igual. La tecnología se expande o se refina o se produce a gran escala, pero no aparece ningún invento tan importante como la imprenta de tipo móvil o el internet; las estructuras sociales son las del presente o versiones utópicas o distópicas del presente. Es un argumento cómodo, pero Miles no es un escritor que se preste a argumentos cómodos.
Esta ciudad nunca nos dejará ir
En This Town Will Never Let Us Go, Miles ensaya con minuciosidad la historia del Punto Fantasma. Desde un punto de vista privilegiado, la novela narra, minuto a minuto, las últimas seis horas de una humanidad en proyecto, que está a punto de desvanecerse en el Tiempo. Londres, o una ciudad que podría ser Londres, se ve intersectada por La Guerra, una guerra tan sutil que nadie se cuestiona sus motivos, con víctimas tan casuales que nadie las extraña. Una adolescente, suerte de alquimista pop, se lanza en una carrera contra el tiempo para hacer un ritual que despertará lo que está enterrado bajo la ciudad; lo que en realidad la ciudad siempre ha sido. Un conductor de ambulancias realiza su propio recorrido en un intento desesperado por detener la Guerra. Una estrella del pop descubre que una de las millones de imágenes que de ella se reproducen diariamente está cobrando vida propia.
El subtítulo de la novela avisa de qué va en realidad en asunto: "War. Culture. Politics." Un temario ambicioso para cualquier novelista, sea o no de ciencia ficción, que Miles aborda con dignidad y no sin algunos momentos de pura genialidad. Faltan pocas cosas en la novela: se habla de los Muppets, Sherlock Holmes, de cómo fabricar una bomba nuclear, de Cristina Aguilera, sus clones (literalmente) y Finnegans Wake. El final, ya se imagina, es trágico, pero también es sorprendente.
El punto fantasma
México se jodió en 1968. En los años sesenta Estados Unidos, con todo y su racismo, reformó su sociedad. Los mexicanos no. Al cerrar la puerta al cambio de mentalidad en 1968 México comenzó a colapsarse.
[...]
Este país ya no tiene cultura. México tiene costumbres que repite; una cultura existe si hay producción de bienestar.
—Heriberto Yepez, en una entrevista realizada por Rogelio Villareal para Milenio Diario.
Sin embargo, es posible que la guerra que se emprenda sólo traiga como resultados algunas fintas y la detención de algún personaje menor. Ocupados como están en la imagen, los gobernantes apuestan al golpe mediático más que a la tarea constante.
—Edilberto Aldán, en La Jornada Aguascalientes.
En el fondo, si puedes ignorar las imágenes y ver el pulso, el mensaje es el mismo que transmiten todos, desde los fabricantes de juegos hasta los de chocolates...
—Lawrence Miles, This Town Will Never Let Us Go
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