Una suerte de coda a la nota anterior:
Puede sonar presumido, pero no creo que haya nada de malo en considerarse un artista. Hay sacrificios y ventajas. Cuando discutía mi nuevo libro con una pareja de escritores, me preguntaban como era que podía trabajar sin un adelanto. Yo no entendía como podían trabajar con uno. Ellos decían que necesitaban una cierta cantidad de dinero y que tenían hijos. Sonaba como si sus hijos fuesen una carga terrible y me pareció que usaban la palabra "necesito" cuando en realidad deberían decir "quiero". No hay nada de malo en dar prioridad a algo por sobre la escritura. El esposo ha vendido muchos más libros que yo y tiene mucho más dinero, pero parece que ser escritor lo hace infeliz. Un día me decía lo fácil que la tenía yo y la cantidad de adelanto que necesitaba; yo exploté. Le dije que su libro no era más valioso que el mío sólo porque tenía hijos. Somos afortunados de ser escritores. Nadie nos debe nada.
Puede sonar presumido, pero no creo que haya nada de malo en considerarse un artista. Hay sacrificios y ventajas. Cuando discutía mi nuevo libro con una pareja de escritores, me preguntaban como era que podía trabajar sin un adelanto. Yo no entendía como podían trabajar con uno. Ellos decían que necesitaban una cierta cantidad de dinero y que tenían hijos. Sonaba como si sus hijos fuesen una carga terrible y me pareció que usaban la palabra "necesito" cuando en realidad deberían decir "quiero". No hay nada de malo en dar prioridad a algo por sobre la escritura. El esposo ha vendido muchos más libros que yo y tiene mucho más dinero, pero parece que ser escritor lo hace infeliz. Un día me decía lo fácil que la tenía yo y la cantidad de adelanto que necesitaba; yo exploté. Le dije que su libro no era más valioso que el mío sólo porque tenía hijos. Somos afortunados de ser escritores. Nadie nos debe nada.
Comentarios
Desde hace años no tengo trabajo, y se puede decir que "trabajo" tratando de ganar algún concurso literario (tanto como para ser conocido, como para conseguir algo de dinero). No he tenido suerte, pero cada cuento, novela corta o larga que he logrado me ha llenado de un orgullo que no sería mayor si hubiera ganado. La sensación de ser un mercenario se me fue hace rato.
Sí, "necesito" algo de dinero, pero puedo conseguirlo en otro lugar. Lo que me da el simple hecho de leer y escribir, ni todas las tarjetas de crédito del mundo :D.