Mientras por competir con tu cabello Oro bruñido al sol relumbra en vano, Mientras con menosprecio en medio el llano Mira tu blanca frente al lilio bello; Mientras a cada labio, por cogello, Siguen más ojos que al clavel temprano, Y mientras triunfa con desdén lozano Del luciente cristal tu gentil cuello, Goza cuello, cabello, labio y frente, Antes que lo que fue en tu edad dorada Oro, lilio, clavel, cristal luciente, No sólo en plata o vïola troncada Se vuelva, más tú y ello juntamente En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. —Luis de Góngora A propósito de una observación tangencial en una crítica de Mutatis Mutandis de Javier García Rodriguez ["si es verdad eso de que eres lo que comes, los que nos criamos en los ochenta somos leche, cacao, avellanas y azúcar [que es otra manera de ser tierra, polvo, humo, sombra y nada)"] encontré una pequeña joya, "En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada: historia de un tópico literario (II)...